El
eterno dilema del control de las armas es tan viejo y tan inútil
como el de la legalización de las drogas. Son
polos opuestos los que se encuentran en este debate y ninguno da
marcha atrás, ni un solo paso.
Como
he dicho anteriormente en las publicaciones que nadie lee, excepto
aquellas 10 personas de china, hay debates que sencillamente no se
pueden ganar. Este es uno de ellos. Es una perdida de tiempo dar
argumentos que favorezcan a ambas partes pues se encuentran, y
siempre lo estarán, en un tira y afloje perpetuo.
Sin
embargo, eso no me exime de dar una opinión al respecto. Las armas
son para mi algo que nunca me han llamado la atención. Son
sencillamente mecanismos de muerte que nunca han tocado mis manos. No
obstante, reconozco el derecho de algunas personas al sentirse a
salvo con aquellas cosas en sus manos, a la espera de ser accionadas
con sus dedos.
Me
explico. La defensa, el querer salvaguardar tu existencia es algo que
no se le puede negar ni al peor criminal del mundo. Está
en nuestros genes el querer preservar nuestras vida.
Algunas personas se sientes seguras y protegidas con armas de fuego
en sus casas y yo no veo ningún problema con eso, mientras sea un
arma adquirida de manera legal y esté en manos responsables.
Por
otro lado, en especial los gringos amantes de la sangre y la guerra,
llevan esa idea de protegerse a niveles insospechados. No
solo les basta con una pistola o dos, sino que sienten la necesidad
de tener un armamento de calibre pesado en la cochera de su hogar:
ametralladoras, rifles, granadas, bazucas. Al parecer la sociedad
estadounidense está tan paranoica que creen ver terroristas en cada
esquina, a la pronta espera de destruir otro edificio emblemático de
aquella nación violenta.
¿Qué
diablos piensas defender con una ametralladora en tu barrio de ricos?
Si
quieres defenderte, hazlo pero por favor no confundas esto con tu
obsesión con los mecanismos escupe muerte que tanto adoras. Debería
haber, a mi parecer, un poco más de control por parte del estado y
no debería ser tan fácil para un ciudadano común agenciarse con
tanta facilidad con armamento de calibre pesado.
Tal
vez alguna de las peores masacres que han ocurrido se hubieran podido
evitar con un poco más de control en la venta de armas al público.
Por
otro lado, los humanos son seres violentos y conflictivos por
naturaleza. El hecho de tener un poco más de control no hará que
nos dejemos de matar el uno al otro.
R.A
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