lunes, 30 de septiembre de 2013

La predicción de George Orwell

El 21 de agosto de este año ocurrió, supuestamente, un ataque con armas químicas en un barrio de Damasco en la desolada y destruida Siria, a manos de las fuerzas armadas del régimen que aun controla ese país. El ataque dejó miles de muertos y heridos. Al correr las horas, cientos de videos inundaron la internet, mostrando los estragos y las victimas de este ataque.

Estados unidos y sus aliados empezaron a mover las tuercas para realizar un ataque a esa nación y liberarla de la tiranía, trayendo la democracia y la libertad.

Yo no pude evitar sentir tristeza y rechazo por estos actos, pues ver niños moribundos, luchando por respirar, aferrándose a lo poco que les quedaba de vida, no es algo que me alegre o me deje indiferente. Por minutos, sentí que la puerta a una tercera guerra mundial acababa de abrirse.

Sin embargo, ciertos comentarios de los típicos negacionistas de todos los eventos que ocurren en el mundo, me han dejado con ciertas dudas: una de ellas es el por qué del ataque? Que ganaría el presidente de Siria al hacerlo? Una intervención militar para derrocar su gobierno sin duda. La otra son las condiciones en las que se atendían los heridos; no se mucho de gases tóxicos pero si se que se debe usar protección adecuada sino quiere uno convertirse en otra victima.

En ninguno de los videos se muestra que los médicos usen algún tipo de protección.



No digo con esto que el ataque no sucedió, ni que no murieron personas en el. Lo que si digo es que ahora no se que putas creer como verdad o como falsedad. Los acontecimientos del mundo son moldeados a partir de los intereses de unos cuantos poderosos. La predicción de George Orwell se hizo realidad.  

R.A

martes, 10 de septiembre de 2013

Obsesiones

Hoy una mariposa entró al salón de clases donde me encontraba y se posó en mi hombro unos segundos, para después seguir volando. Una amiga loca que estaba a mi lado me dijo: “esa mariposa es un shinigami (dios de la muerte) que está tras de ti”.

Solo le di importancia a esa frase cuando me dirigía a mi hogar en las entrañas de un enorme gusano azul. Se que la muerte es algo que todos, absolutamente todos debemos enfrentar y sufrir. De la muerte nadie se escapa. Eso lo tengo muy en claro. Mi problema radica en las cosas que haya hecho en ese corto lapso de tiempo que se llama vida.

Mientras me acercaba a mi hogar, pude darme cuenta, por enésima vez, que a sido más el tiempo desperdiciado que el aprovechado en mis 22 años de existencia. La muerte para mi sería algo que no me traería descanso, sino tristeza y frustración, tomando en cuenta que un muerto no puede sentir ni tener noción del espacio tiempo. Solo temo irme de este mundo sin haber hecho algo de provecho con mi vida.

Soy adicto a perder el tiempo, prisionero de una cárcel luminosa y cuadrada. Temo irme de este mundo sin haber amado más de lo que amo, sin cumplir mis sueños, sin haber dejado una mancha en la historia de mi especie. El reloj sigue corriendo, yo lo intento, pero este nunca se detiene.

Siento que la muerte me sigue de cerca, decidida a darme el zarpazo final.

R.A  

sábado, 7 de septiembre de 2013

Pan y circo pal pueblo

Ayer la selección Colombia ganó un partido contra la selección del Ecuador, junto con su tiquete de ida al mundial de Brasil, y todos los colombianos pierden la cabeza de alegría y pasión. Hay gritos de jubilo en las calles, el aguardiente fluye como el agua y los carros hacen sonar sus cláxones, como si fuera lo más fantástico y genial que haya ocurrido en la historia de esta país olvidado por dios.

A mi me importa un bledo si ganamos o no. El fútbol no está ni siquiera en mi lista de mil cosas favoritas. Pero esto no es una critica a este deporte, si te gusta bien, a mi no. Lo que intento decir es, como las personas, sobre todo los colombianos, preferimos poner nuestra atención, nuestro tiempo, nuestro patriotismo, nuestra energía y nuestro fervor en cosas sin importancia.

En estos momentos se libra una batalla enorme en el campo por parte de los campesinos e indígenas en contra de las reformas agrarias y económicas que prácticamente los están quebrando y dejando en la miseria absoluta. Y sin embargo, los colombianos solo nos interesa que X equipo de fútbol va para el mundial o si está en tal clasificación. Nos importa un pepino nuestra realidad y dejamos que los políticos hagan y deshagan con nuestro futuro, creando leyes que a todos nos afecta.

Pan y circo dijo alguien alguna vez, entretener la mente con estupideces sin sentido para ganar poder, para mantener a raya a el pueblo. Así nunca tendremos un mejor país, si solo nos interesa un reality show de gente superficial y complicada o un deporte de 22 idiotas corriendo detrás de una pelota.

Si yo fuera el dictador de este país, mandaría a destruir todos los televisores de todas las casas y echar por el drenaje todo el licor que exista. ¿Sería un bonito país no creen? 

R.A 

domingo, 1 de septiembre de 2013

De la violencia en las protestas sociales

Últimamente he notado un creciente rechazo y repudio del pueblo frente a los sistemas económicos y políticos que controlan este mundo. Manifestaciones, protestas, paros y demás demostraciones de rechazo, repudio y desagrado se han dado en todo el mundo, incluso en Colombia. La cosa se puso sería.

En algunas ocasiones, las manifestaciones en su mayoría pacificas, se convierten en grandes batallas campales contra las fuerza publica. Hay muertos, detenidos y daños al bien publico. Las preguntas que se me ocurren en esta situación son ¿Está justificada toda esa violencia? ¿Quienes son los que la provocan? ¿Deberían ser repudiados y judicializados aquellos que incurren y promueven estas expresiones de violencia?

Lo digo por experiencia y porque vivo en país donde la policía y el ejercito son tan corruptos y degenerados, que son las fuerzas del estado donde en la gran mayoría de veces, e infiltrados en las manifestaciones, generan la violencia para desestimar la protesta social.

Policías disfrazados de civiles, arrojando piedras y destruyendo ventanas, para que así los medios de comunicación y desinformación muestren los actos vandálicos y echen a la basura todas las demandas y propuestas para el cambio del país. No digo con esto que todas, absolutamente todas, las expresiones de violencia sean hechas por la policía, por las fuerzas del estado, pues no falta el o la que venga y solo quiera lanzar piedras, bombas caseras y cócteles molotov, tratando de saciar su sed de sangre.

Solo que la mayoría si lo son, al menos en mi país así es.

Los actos vandálicos no deben de ser justificados ni defendidos de ninguna forma, puesto que incendiar una casa o romper un vidrio de alguna persona inocente no va a solucionar nada, pero si pienso que es nuestro derecho el de defendernos si la policía, el ejercito o cualquier rama del estado nos ataque injustificadamente. Piénsalo ¿Si un policía está golpeándote sin razón en la cabeza con su bastón de mando o lanzándote gases lacrimógenos, no deberías tú tener la libertad de poder defenderte?



¿No deberían las fuerzas del estado estar con nosotros? ¿No se supone que ellos están ahí para protegernos y no para atentar contra nosotros? Ellos no merecen respeto ni admiración si levantan la mano contra el pueblo que juraron proteger. Si un policía te ataca sin razón alguna, atacalo a él también.

R.A